Identificar las emociones de manera eficaz y resuelta, para muchos es muy complicado. Hay ocasiones en los que el conflicto emocional será tan fuerte que te impedirá ser consciente de lo que sucede para poder ponerle solución y sentirte bien contigo mismo.

Aunque a veces no te lo parezca, las emociones son valiosas. Nos ofrecen muchos beneficios, recompensas, pero para ello tendremos que ser capaces de reconocerlas y hacerles frente de una forma efectiva. Si lo consigues, aprenderás mucho de ti mismo, de tus necesidades como persona, te ayudará a conocerte y a conectar con las demás personas. Es tan sencillo como entender, que si tú identificas el estrés, serás capaz de controlarlo y todo fluirá, tendrás relaciones más sanas tanto contigo mismo como con tu entorno.

¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es la capacidad de gestionar, manejar o comprender nuestras propias emociones. Una persona inteligente emocionalmente, tendrá un equilibrio ideal para tener una vida plena y saludable. 

«La empatía y las habilidades sociales son inteligencia social, la parte interpersonal  de la inteligencia emocional. Por eso se parecen.»

Daniel Goleman

 

Cómo identificar las emociones.

Para hacerlo más sencillo, vamos a resumirlas en cuatro emociones básicas: felicidad, tristeza, ira y ansiedad. Una vez tenemos claro esto, vamos a poner algún ejemplo que simplifique cada emoción y que nos pueda ayudar en otra ocasión a identificar qué nos sucede y cuál de las cuatro emociones estamos viviendo. 

Probablemente hayas vivido esa sensación de paz, de calma, entusiasmo por hacer mil actividades, esa energía positiva que te llena de tal forma que nada de lo que te digan o nada negativo que te pueda pasar, interrumpa esa sensación tan placentera. Es una emoción relacionada con la felicidad. 

Cuando sientes que tú o tus valores han sido pisoteados o atacados, con una sensación parecida a la ansiedad, quizás el corazón se acelere… Reflexiona. Cómo has sido atacado. Es una emoción relacionada con la ira.

Seguramente alguna vez hayas tenido tu mente ocupada en el futuro, esa sensación constante de plantearte lo que puede salir mal, probablemente apretes mucho tu mandíbula o tengas el corazón acelerado. Hablamos de ansiedad. 

Sin embargo, somos tan difíciles que a veces nos replanteamos el pasado, con pensamientos negativos, ganas de llorar o dificultad para centrarte en tu trabajo o día a día. En este caso tendrás sensación de haber perdido algo. Esta es la tristeza.

Cómo manejamos las emociones

Una vez hemos comprendido nuestras emociones, vamos a marcar unas pautas que nos ayuden y enseñen a manejarlas:

Expresa tus sentimientos. Es necesario la conversación y el diálogo. Frases tales como «Me siento mal por…» Eliminando las acusaciones directas que puedan generar mayor malestar, como: «Tú me has hecho sentir mal por…» Explicar nuestros sentimientos sin atacar al otro, evitando las conversaciones de ataque y defensa y buscando la cordialidad para llegar juntos a la solución. 

Determinar el origen del sentimiento. Es importante que detectemos el motivo principal que originó todo. Pero una cosa importante, además de tus propios sentimientos, deberás empatizar con lo que pueda sentir la otra persona como si fueran tuyos propios. Son tan reales y válidos como los tuyos y os ayudará a llegar a la solución.

Mantener la calma. Sí, es muy fácil escribirlo y decirlo, pero es tanto o más importante conseguirlo. Estar tranquilo te ayudará a pensar, reflexionar y tener una respuesta eficaz. Normalmente reaccionar de forma automática, no hace más que empeorar las situaciones. 

 

Ama, ámate y siempre ama. Desde el amor, todo se puede.

Adentrase en el fin de semana con ilusión para recargar las pilas y empezar la semana con positivismo y motivación.

Queda oficialmente inaugurado….Redoble de tambores…. ¡EL FIN DE SEMANA!

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