El alegrarse por los demás. Esa sensación. ¿Tú como la describirías? Sinceramente, muy pocas veces he sido capaz de alegrarse 100% de los demás, y te digo pocas veces porque intento ser lo más sincera posible. Porque de toda la gente que he conocido a lo largo de mi vida, solo he querido de corazón a unas cuantas, que son pocas si las comparamos con todo el que se ha cruzado en mi camino. Y sí, si tu eres sincero como yo, pensarás parecido.
Alegrarse de corazón por alguien, pero alegrarse de forma sana, es muy satisfactorio. Sentir todo lo bueno que le está pasando como si te pasara a ti. Sentir que sus alegrías son las tuyas. Que sus triunfos los sientes como propios. Estar orgulloso de verle donde está y disfrutar de sus conversaciones donde el progreso personal se palpa. De esto te hablo, nada de falsedades, ni de un soso ¡Ay, cuanto me alegro por ti!. No, te hablo de emocionarse por dentro al saber que le ascendieron en el trabajo, de correr una lágrima al saber que fue la mejor estudiante del curso. Erizarse tu piel cuando te dicen que da más de cuatro pasos sin caerse. Sonreír cariñosamente cuando le dan un trabajo fijo, que además le apasiona. Y sentir que este capitulo lo pasaste y cerraste con él.
Es importante alegrarse por los demás, pero hacerlo de forma sana. Nada de segundos sentimientos ni segundas opiniones.
Aunque te cueste reconocerlo, a veces el éxito de los demás ha podido dolerte de alguna manera. Porque somos personas y el éxito ajeno puede hacernos sentir inferiores, o sentirnos atacados porque no conseguimos llegar al mismo nivel.
Hay tres claves por las que alegrarse por los demás merece realmente la pena:
- Alegrarse por alguien cercano cuando consigue algo con su esfuerzo nos anima a decirnos que nosotros también podemos conseguir nuestros propósitos. De esta forma, convertimos el éxito del otro en un ejemplo de que nuestros sueños no son imposibles y por tanto te animan a seguir luchando.
- Además te ayudará a sentirte más unido a ellos y afianzar tu relación. Entraréis en un bucle que hará que al mismo tiempo ellos se alegran de tus logros y te apoyen para conseguirlos.
- Sentirte bien por los demás al conseguir sus éxitos, te ayuda a dejar de compararte con el resto. Todos somos diferentes, cada uno tenemos unas aspiraciones, carácter o metas diferentes. Entonces, que a otros le vayan bien en un ámbito concreto no significa que tú tengas que ser igual, porque tus aspiraciones son totalmente diferentes. Deja de compararte y empieza a creer en tus propias posibilidades.
Ama, ámate y siempre ama. Desde el amor, todo se puede.
Que tengas una feliz semana. Muchas gracias por leerme y de todo corazón deseo que disfrutes con cada lectura. Con esto declaro oficialmente inaugurado….
¡El fin de semana!