Hoy empieza mi año. Hoy sumo uno a ese número que nos pone una etiqueta en la frente, un número que marca que es el momento perfecto para hacer según que cosas. Un número que a mi me va diciendo que es buen momento para casarse, que es buen momento para ir creando una vida de futuro. Mi número está como en el limbo, creo que para unos es una cosa y para otros es otra… Sigamos en el limbo entonces. Fuera etiquetas.
Este año he aprendido lo que todos los años, que lo único que quiero es ser feliz. Así sin más. Que otro año más soplaré las velas, si las hay, pidiendo un único deseo. Ser feliz una y otra vez. Porque la vida trae muchas complicaciones, vaya si las trae… Nuestra cultura siempre asemeja la vida a un camino, y hay piedras, a veces, pedruscos (piedras muy muy grandes). Y que digo yo, que mientras lleguen esos inconvenientes, disfrutemos del momento. Si, es un tópico, pero en serio, disfrutemos del momento.
Este año he aprendido a tomar decisiones, a confiar en quien más quiero y a dejarme llevar por lo que mi corazón me susurra a gritos. Tomar decisiones ha sido fácil, lo difícil vino después de tomarlas. Ahí aprendí que el corazón se hace el valiente y te dice: ¡Sí Ana! Esto es lo que quieres. Pero no valora del todo las consecuencias que traerán el mundo que te rodea. Y esto me gusta. Esas consecuencias me han hecho más fuerte, más aún. Y cada decisión y su consecuencia me hace más valiente para tomar la siguiente. Y hacerle caso a quien tengo que hacerle caso.
Todos tenemos una vocecita interior a la que debemos hacer caso, unos le llaman intuición, otros sentido común, otros le llamamos lo que queremos de corazón. Hazle caso a esa vocecita. Aprende a escucharte y dejarte llevar por lo que de verdad te hace ilusión. Es muy sencillo, si tomas una decisión sin hacerte ilusión o sin que tu corazón te llene de emoción por dentro, ¿Cómo crees que abordarás todos los inconvenientes que vengan después? Te digo desde ya que te costará horrores. Y si, siempre vienen inconvenientes, porque siempre cada uno de nosotros y de nuestro entorno piensa de manera diferente. Esto es así.
Este año me ha dado mucho amor, ya me lo dio hace 8 años, pero este año me ha llenado más todavía. Nuestras decisiones nos hicieron más fuertes, y nuestros pasos fueron más firmes. ¿Que si somos irrompibles? Muy probablemente si. Pero cada decisión y paso que damos juntos nos une más, afianza esto tan bonito que tenemos y me hace creer un poquito más en el amor de toda la vida. ¿El secreto? No lo sé, supongo que un conjunto de muchas cosas. Pero la principal y más contundente, hacer todo el uno por el otro sin pensar primero en uno mismo. Quererse de verdad y amarse sinceramente y sin interés alguno. Así, todo es mucho más fácil.
Este año he hecho una mudanza, de casa, de trabajo y de vida personal. He reinventado mi vida profesional. Este año aprendí a estar lejos de mi familia, practiqué el desapego. Koki aprendió que los paseos ahora empiezan hacia la izquierda. Elegí un gym, trabajo me costó. Le dije que Sí, que quería y mandé a todos una foto de mi dedo aunciandolo, hice videollamadas y todo. Me reí de mi blanco nuclear y me sentí ridicula rodeada de barras de luz intentando darme color. He visitado mucho a Lorenzo, que rollo. Este año me siento Rapunzel y he llevado al extremo lo de «Para presumir hay que sufrir». Me echo mil potingues en la cara, ¿Servirán de algo?. Me he reído al verme vestida de niña de comunión en grande y me divertí pensando en mis zapatos. Las reuniones de cuñicolaje me han despejado la mente. Este año hemos elegido un día.
Este año me traen muchas cosas muy buenas, otras no tan buenas que hoy por hoy desconozco. Septiembre ya era muy bonito de por sí, pero ahora aún más si cabe. Brindemos por eso. He elegido una canción, un día, un momento. Este año le elijo a él. Puede que sea el mejor año de mi vida, hasta que lleguen los siguientes, claro. 🙂
Mi año comienza hoy.
Ama, ámate y siempre ama. Desde el amor, todo se puede.
Que tengas una feliz semana. Muchas gracias por leerme y de todo corazón deseo que disfrutes con cada lectura. Con esto declaro inaugurada la semana de tu vida.