Esta semana ha sido diferente. Han sido muchos los pensamientos que iban y venían y todo esto me lleva a reflexionar. No se por qué pero últimamente me pasa mucho. Imagino que la preparación de nuestro gran día, inevitablemente te lleva a tener experiencias con el mundo que te rodea, pero no contaba con que esas experiencias no siempre tienen por qué ser positivas. Y como muchas veces, recurro al libro «El principito» Es esencial en mi vida. Siempre que tengo alguna preocupación o dilema, recurro a él. Y casi siempre encuentro consejo.

“—Te amo —le dijo el Principito.
—Yo también te quiero —respondió la rosa.
—Pero no es lo mismo —respondió él, y luego continuó— Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía. Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.

Hace unos meses os hablaba del apego. A menudo sentimos que nacemos con una etiqueta en la frente en la que pone que ciertas personas tienen que estar contigo para y por todo. Que siempre que los necesites, deberán estar ahí. Que cuando les llames, dejarán todo e irán. Que en momentos importantes de tu vida, se volcarán contigo. Y de repente despiertas y descubres que no es así del todo.

Cuando eres un niño es normal que pienses eso, pues dependes mucho de otra gente. Pero si has pasado la niñez y empiezas a tener uso de razón, cuanto antes despiertes, mejor. El mundo es muy grande. Las vidas cambian a ritmos demasiado rápido para mi gusto. Y cada uno cogemos nuestro camino. Es importante que sepas que en primera instancia tendrás que ser autónomo. Por y para ti. Que nadie tiene la obligación de estar permanentemente a tu lado, y que no tienes por qué ser la primera persona de todo el mundo.  Si quieres a alguien, tienes expectativas, esperas algo. Si la otra persona no me da lo que esperas, sufres. El tema es que hay muchas probabilidades de que la otra persona tenga otras motivaciones. Todos somos diferentes y cada uno con nuestro propio universo.

«Y se sintió muy desdichado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y aquí que haba cinco mil, todas semejante, en un solo jardín»

«Luego, se dijo aún: -Me creía rico con una flor única y no poseo más que una rosa ordinaria. La rosa y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales quizá está apagado para siempre. Realmente no soy un gran principie.- Y, tendido sobre la hierba, lloró.

Así es. Nos pasamos media vida entendiendo que eres especial para cada una de las personas que conoces, y sí, puede que seas especial, pero no único. Así que si tienes un trabajo por el que luchar, unos hijos a los que educar, un bonito día que preparar, un viaje grande que disfrutar, despierta y aprende que en primera instancia serás tú quien te volcarás en ello. Sólo tu puedes amar de verdad cada avance o paso que das. Que quien quiera se acercará a disfrutar contigo de cada previo, pero que no todos tienen la obligación de hacerlo.

No te estoy queriendo decir que no te dejes ayudar, para nada. Solo te aconsejo que no esperes siempre algo a cambio, porque muchas veces no lo recibirás y la caída será mayor. Que disfrutes de tu viaje, de tu día, de tus hijos, de tu trabajo porque tú y solamente tú serás el último responsable de todo ello. Que te dejes aconsejar y ayudar pero nunca exijas el consejo o la ayuda. Recuerda: Dejaste de ser el único hace mucho tiempo.

El secreto es dejar hacer pero no obligar a hacer.

Ama, ámate y siempre ama. Desde el amor, todo se puede.

Que tengas una feliz semana. Muchas gracias por leerme y de todo corazón deseo que disfrutes con cada lectura. Con esto declaro oficialmente inaugurado…. 

¡El fin de semana! 

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