Estas semanas que se acercan tengo los nervios a flor de piel. Las lágrimas me caen con demasiada facilidad y ver fotos de cualquier cosa de ese bonito día, me eriza la piel. Cuántas emociones y cuánta implicación ponemos en lo que nos gusta y nos hace felices. Es asombroso. Y esperas que llegue con muchos nervios, sin darnos cuentas que el proceso, cada detalle, cada cita de pruebas, cada mensaje de WhatsApp enseñando cosas, cada momento con él o cada reunión de «cuñicolaje» ya está siendo especial y eso es de lo que hay que disfrutar, de cada día, de cada momento.
Amigas cercanas alguna vez me han preguntado cómo se tiene una relación tan larga. Habrá gente que me lea y le dé risa leer larga con 8 años, ja ja. Pero entender que quien me pregunta no es por que haya tenido relaciones mas allá de esos años. A veces es simple curiosidad, de ¿Cómo se os ve siempre tan bien? ¡JA! Tenemos momentos de todos. Pero sinceramente creo que la base fundamental es ser amiga de tu pareja, que detrás de todo lo demás, haya una amistad fuerte y duradera. Pero decir las cosas, tanto buenas como malas, lo que te molestó aquel día o eso que dijo que no te hizo ninguna gracias, también es muy importante, créeme.
Siempre he sido de las que se callaba las cosas. Lo vivía interiormente y yo a mi misma me preguntaba y me contestaba el por qué de aquello. Y con los años, las experiencias y supongo la vida, fui aprendiendo que eso es un grave error.
La base de toda buena relación, sea de hermana, de amiga, de pareja, de madre o hija, es la sinceridad. Pero sinceridad respecto a decir las cosas que sientes porque si. Los sentimientos, querido lector, están para sacarlos fuera. Guardarlos te va comiendo por dentro, a veces muy rápido. Los problemas permanecen, y los malos sentimientos se enquistan. Te aseguro que se quedan ahí para siempre y cada vez, más grandes.
Es esencial que entiendas, que el miedo por decir lo que sientes debe de ir desapareciendo de ti. Yo prefiero mil veces una persona franca que me diga lo que siente y que me comente en lo que cree que me equivoqué, a una persona que sospecho que le pasa algo conmigo, pero en la vida sabré los motivos. Ante esta última persona no puedo solucionar nada.
Cuántas veces no os ha pasado que te has enfadado con alguien y de repente, hablando con ella, escuchando sus motivos o sus razones has pensado… ¿Y por eso he estado yo estos días tan mal? Puros malentendidos lectores.
“La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa, hay que alcanzarla cueste lo que cueste.”
Así es. La confianza en ti mismo hará que cada vez que tu corazón te pellizque, hables. Confieses que eso te hizo daño o que por el contrario te emocionó. Puedes hacerlo con palabras, con gestos, con un simple abrazo. Pero habla con tu cuerpo. Di que sientes y que está pasando dentro de ti. Hará que te conozcan mejor, que sepan como eres y entiendan tu forma de actuar frente a muchas cosas. La vida es demasiado bonita como para perder el tiempo callando lo que sentimos. Cuando lo haces, sientes una liberación muy placentera. Seguir mi consejo, ponerlo en práctica.
Ama, ámate y siempre ama. Desde el amor, todo se puede.
Que tengas una feliz semana. Muchas gracias por leerme y de todo corazón deseo que disfrutes con cada lectura. Con esto declaro oficialmente inaugurado….
¡El fin de semana!
K bien te explicas y que bien hablas jodiaaaaaa jajajajaaa