¿El miedo existe? ¿Qué es el miedo?
Todos hemos sentido alguna vez esa sensación de vulnerabilidad, ese estado de alerta que te hace sentir incómodo, débil, acorralado. Si, hablamos del miedo.
Sin duda hay muchas circunstancias en las que has podido llegar a sentirte así y saber como afrontarlo es tarea difícil. Desde ese temor que te surge al escuchar un ruido en casa y tu mente ir a 200% imaginando que un ser extraño está a tu lado cuando en realidad solo fue la bolsa que dejaste mal colocada. Situaciones personales que se complican y el no saber como actuar o qué hacer se convierte en miedo, horroroso. Miedo al hacer las cosas mal con quien más quieres.
Es inevitable que en algún momento de tu vida te sientas así. Es más, diría que es sano, constructivo y nos ayuda a crecer interiormente como personas. No te voy a negar que desde hace un tiempo, los miedos han crecido gradualmente. Cada uno tenemos nuestra propia vida y depende del momento por el que estés pasando tendrás que actuar de una manera u otra.
«Ganamos fuerza, coraje y confianza por cada experiencia en la que realmente nos paramos a mirar al miedo a la cara. Debemos hacer lo que creemos que no podemos.»
Eleanor Roosevelt
Desde mi propia experiencia, entendí que actuando desde el corazón podré llevarlo mejor. Hay momentos en los que tus decisiones o elecciones, condicionan directamente a otra persona y pensar en ello da miedo. Entonces, teniendo tantas herramientas como tenemos hoy en día, tantos consejos de tanta gente profesional o no, ¿Puede salir algo mal? Quizás pase eso, que tienes tantos y tantos consejos que solo tienes que parar un momento y escuchar a tu corazón.
Que si tú te sientes cómoda todo el día con tu hija en brazos, porque ella lo necesita, lo sigas haciendo. Que si tú estás bien en ese trabajo a pesar de los kilómetros, lo sigas haciendo. Quizás tu hijo necesita ayuda y tú hayas decidido dársela de se modo, adelante. Que si educas de una manera bien, o si lo haces de otra mal.
Hace tiempo entendí, que cuando asumes tu realidad, tus circunstancias y las aceptas tal y como son, todo fluye de otra manera. Que la voz de nuestro corazón es la única que tenemos que seguir, porque del contrario, estarás haciendo algo con lo que no te sientes cómodo y créeme que el tiempo o esa etapa se te hará eterna.
Que los problemas son problemas en el momento que a ti te incomodan o afectan. Que mientras esa situación que estás viviendo sea compatible con tu felicidad, solo puedo decirte que sigas adelante. Siempre que escuches a tu corazón por encima de todas las cosas y te dejes llevar por los sentimientos. Es lo más puro, honesto y bonito que tenemos.