Feliz San tú. Hoy se celebra el amor. Y yo te propongo que celebres el amor hacia tu propia persona. Si hace tiempo que no te dedicas un ratito a ti, ha llegado el momento. Deja a un lado la familia, las tareas de casa, el trabajo, los quehaceres diarios y céntrate en ti. ¿Sabes que con solo media hora al día dedicada exclusivamente a ti, ganarás en calidad de vida? Así es, solamente media hora. ¿Y cómo saco yo esa media hora?, te preguntarás. Fácil. Un baño relajante, una ducha que se alarga echándote tus cremas preferidas. Un paseo al parque, al centro de tu ciudad o lo mejor, sin un destino predefinido. Media hora con tu libro preferido, en el que te evadas a una ficción que te aleja de tu realidad actual. Quizás solo necesitas ese tiempo a solas para llorar, si, para expulsar de ti todo ese malestar que te hace sentir tan mal. SOLO MEDIA HORA.
«Sé el cambioque quieres ver en el mundo»
Mahatma Gandhi.
En el día a día no somos conscientes del ritmo que llevamos, de lo poquito que nos preocupamos por nosotros mismos. Ya no solo físicamente, que también, sino interiormente. Y es que si tu corazón está descuidado, descuidarás una vida entera. ¿Y no crees que es demasiado valiosa como para descuidarla? Así, sin más…
Te recomiendo que en esa media hora, analices las cosas que te hicieron sentir mal durante el día. Busques una explicación y razones si es una tristeza con sentido o es porque simplemente te pilló en un mal día. Si tu caso es el primero, aprende a curarte. A perdonarte y recordarte que eres importante.
Que si te sientes orgullosa por algo que conseguiste o hiciste, no esperes que te lo digan los demás. Debes sentirte bien y contenta contigo misma si valoras que haces un buen trabajo en casa, con tu familia, en tu trabajo, donde sea, pero que tu orgullo sea suficiente para sentirte valorada. Y si además llega alguien y lo reconoce, ¡mejor que mejor! Pero esperar las cosas de los demás, no solo las puede hacer menos importantes, sino que quizás directamente no se reconozcan de la misma forma que lo necesitas o haces tú mismo.
Somos esenciales para nuestra propia felicidad. Un interior sano es un interior feliz. Hay estudios que afirman que la felicidad es proporcional a la capacidad de decisión que tienes sobre tu vida. El control que tienes sobre lo que estás haciendo en este mismo momento. Si has decido tú estar ahí haciendo lo que quieres y donde quieres, hará que tu felicidad vaya en aumento casi de forma automática.