No somos responsables de las decisiones de los demás. Así es, muchas veces nos culpamos o nos sentimos la causa de eso que hizo la otra persona. Probablemente seas una causa de que haya tomado esa decisión, quizás seas un motivo por el que decidió dar ese paso. Pero nunca serás el responsable de la decisión final.
Todos tenemos influencias, mediáticas, sociales, sentimentales, personales, familiares, de amigos… Recibimos constantemente información de como actuar, que es mejor o peor, lo que está bien visto o no, hasta lo que puede estar de moda o simplemente «se lleva». Una vez que recibes todos esos agentes externos, tú y solamente tú, decides que hacer.
Sería estúpido pensar que en realidad, el anuncio de aquel banco en televisión, tiene la culpa de que tú sacaras esa hipoteca y que ahora no puedas pagarla, ¿No? Pues funciona exactamente igual con las personas. Resulta bastante cobarde culpar a aquella persona que te dio aquel consejo, de que el resultado de tu decisión no haya sido positivo.
«Vivir es tomar decisiones y asumir las consecuencias.»
Paulo Coelho
Debes ser consciente de que la vida te irá planteando varios caminos, tú y solamente tú eres el responsable de cada decisión que tomas. No caigas en la tentación de achacar esa decisión a la persona que tienes enfrente. Sé valiente y afrontar tu decisión. Fuiste tú el que decidiste estudiar esa carrera. Fuiste tú quien decidiste casarte. Tú quien decidió tener hijos. Tú quien quiso dejar o coger ese trabajo. Fui yo quien decidió mudarse. Fui yo quien decidió ser mamá.
Siendo responsable de las consecuencias, tanto negativas como positivas. Pero siempre con ACTITUD de hacerlo lo mejor que tu corazón te permita. Siempre desde el amor.
Salgan las cosas bien o mal, no debes reprochárselo al de al lado. No debes reprimirte. Sino, la palabra mágica. APRENDER. Tomar la decisión con el corazón y con el único fin de ser feliz. Levantarte cada día pensando que puedes hacer tú para colaborar en tu propia felicidad y la de los que te rodean. Pero primero, siempre, Tú.
