Tranquilo, deja a un lado lo que pasó el Lunes por ser comienzo de semana, el Martes porque vaya día tonto que «ni fu ni fa» El Miércoles ahí mediando, partiendo la semana que ni has empezado pero tampoco estás terminando. El Jueves que ya empieza a oler un poco, tampoco mucho, a fin de semana. Pero ya está aquí, el ansiado Viernes. Las películas, las quedadas vierneras, las reuniones con tus amigos, o los momentos con tus hijos. ¡¡Ya está aquí el Viernes!! (Prometo que algún día reflexionaré mas afondo de esta debilidad que tengo con el Viernes 🙂 )

Hoy os traigo un tema delicado, para mi. La timidez, ¿ventaja o inconveniente?

Para mi, desde luego como persona que resume la timidez, siempre ha sido un inconveniente. Voy a tratar o intentar abordar el tema sin llevarlo a la experiencia personal. He leído mucho sobre ello y voy a plasmar resumidamente los factores o consecuencias de ser tímido.

La timidez no es un problema, sólo es un rasgo.

Comencemos con dejar claro y autoconvencernos de que ser tímido no significa tener un defecto ni una virtud. Vamos a tratar simple y llanamente como lo que es: Un rasgo de la personalidad. Este rasgo muchas veces estará condicionado por lo que esa persona haya vivido en el pasado, las experiencias que le hayan llevado a vivir esa condición.

Una persona tímida experimenta muchas limitaciones: No le resulta fácil iniciar una conversación, la persona tímida no se siente cómoda hablando de sí mismo, no le gusta que le alaben demasiado aunque les emociona que valoren su trabajo. Se preocupa mucho por lo que piensan los demás de él o de su entorno. Por tanto podríamos decir que la timidez nace de la inseguridad en uno mismo.

Vale, todo eso está muy bien y estoy muy de acuerdo (claro, lo he escrito yo, para no estarlo). Pero, ¿Y si nos paramos a ver el lado bueno de la timidez? Me lo llevo al terreno personal.

Gracias a ser tímida he aprendido a escuchar. Sí, escuchar. Y gracias a escuchar a la gente he aprendido mucho de los demás. Una cosa a tener en cuenta es que las personas tímidas son excelentes confidentes.

Gracias a mi timidez, tengo muchos momentos de soledad conmigo misma, en los que me siento muy cómoda. Esto me ayuda a conocerme mejor, analizar mis sentimientos y poco a poco enseñarme a mi misma mi bonita manera de ser feliz. Escucharnos. Por tanto:

Ser tímido te enseña a escuchar.

Como persona adulta, puedo observar o replantearme que socialmente no está bien visto una persona tímida, por el contrario, una persona extrovertida que hace reír a los demás y que cuenta mil y una historias es el «ideal de persona». Claro, siempre hay excepciones. Desde mi experiencia es lo que he observado toda mi vida. Entonces hay rasgos, que simplemente, no se valoran.

Ya he crecido, y estoy aprendiendo a sobrellevar las diferentes situaciones que se me presentan. Pero, claro está, tuve una infancia y eso me lleva a pensar en la gran cantidad de niños que como yo están ahora viviendo su timidez y aprendiendo que es un defecto. ¡ERROR! Paremos, por favor. Enseñemos a los más pequeños que ser tímido no es ni un defecto ni una virtud, simplemente es una forma de ser. Que pueden trabajarla y ver el lado positivo de esa actitud.

Quiérete y valórate. Tal y como eres.

Ama, ámate y siempre ama. Desde el amor, todo se puede.

Que tengas una bonita semana. Muchas gracias por leerme y de todo corazón deseo que disfrutes con cada lectura. Con esto declaro más que oficialmente inaugurado…. ¡El fin de semana! 
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3 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo! Yo también me defino como tímida y ser así me ha enseñado muchas cosas de las que no me arrepiento nada. Feliz viernes! 💕

  2. me gusto mucho tu entrada, creo que me identifico muchisimo con ella. Feliz fin de semana, Besos Muakkk

  3. […] unas semanas os hablaba de la timidez, y de cómo debemos verlo como un rasgo que no es ni positivo ni negativo, simplemente es una forma […]

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