¿Eres de esas personas que deja que la vida fluya, o al contrario, sueñas con algo y luchas por tu objetivo sin cesar?

En la vida estamos personas de todo y para todo. Cada uno moldeado a nuestra manera, hechos a base de experiencias, vivencias y otras situaciones. Es muy respetable la forma de vivir de cada uno, pero inevitablemente, tu actitud te traerá cosas positivas o menos positivas. Ahí es donde entramos cada uno de nosotros, tomando el mando de lo que menos nos gusta de nuestra forma de ser y modificarlo en la medida de lo posible.

Habrá veces que la felicidad te llegue sin tú buscarla ni esperarla, pero en la mayoría de los casos tú tienes la última decisión, el poder de luchar por tus aspiraciones y que cuando lo consigas llegue esa felicidad plena.

Si eres de las personas que tienen un objetivo y luchan por él hasta el final, te entiendo. Es inevitable soñar con el resultado final, levantarte cada día pensando en que es lo que tú puedes hacer para conseguirlo cuanto antes. Eres una persona luchadora, que muchas veces se sentirá decepcionada, por los fracasos naturales de la vida, pero que cuando consigue lo que quiere la satisfacción personal, el orgullo y la felicidad forman parte de su día a día. Quizás desde fuera se interprete como una obsesión. Ten cuidado, y escucha los consejos. Valora la situación y comprende que quizás se te esté yendo de la manos, pero si no es así, sigue luchando o ilusionando con lo que a ti más te apetece en ese momento.

Ahora bien, cuidado con las obsesiones. No puedes pretender que algo que no tienes aún, sea el único motivo de tu felicidad, porque hay probabilidad de que no llegue nunca. Y no podemos dejar nuestra felicidad en manos de algo que ni si quiera tenemos. El truco está en disfrutar del camino, ser consciente de cada paso que das, y aún más de tu realidad. Ser coherente contigo mismo y saber que eso por lo que luchas puede o no llegar, que si llega será un gran motivo de felicidad, pero que si no llega no deberá hundirte o dejarte en -1 de felicidad.

Por el contrario, hay personas que se dejan llevar por la vida, por el día a día. Personas que si tienen un sueño, dejan que todo fluya sin aportar más de la cuenta a su propósito. Ten cuidado, porque la línea de dejarse llevar y no luchar por ello es muy delgada. Respeto absoluto a la gente que confía en que la vida tiene un propósito para ella, que lo que tenga que llegar llegará y lo tendrá. Pero permíteme que te haga cuestionarte y reflexionar sobre ello. La vida se nos dio, la dejaron en nuestras manos y si aprendiste a andar es porque te caiste mil veces, si hoy hablas es porque balbuceaste mucho anteriormente. Si hoy sabes sumar y restar es porque llenaste mil hojas de cuentas. Eso es lo que quiero que entiendas. Que la vida hay que lucharla, trabajarla y soñarla. Que siempre y cuando seas consciente de que tus sueños son realistas y están a tu alcance, hagas lo posible por aportar tu granito de arena. No dejes a la deriva algo tan importante como tu felicidad…

Lo único esencial que hoy quiero que reflexionemos es que debemos tener el sentido común bien despierto. Y tener tres palabras bien presentes: Constancia, estrategia y flexibilidad. Ser constantes en nuestros propósitos, dando pequeños pasos que te lleven a tu objetivo. Tener un plan de acción, una estrategia que te lleve hacia la dirección correcta. Y muy importante, ser flexible. Ser capaces de reinventarnos, de adaptarnos a los cambios que vayan llegando para así estar un poquito más cerca de nuestro sueño.

Ama, ámate y siempre ama. Desde el amor, todo se puede.

Que tengas una feliz semana. Muchas gracias por leerme y de todo corazón deseo que disfrutes con cada lectura. Con esto declaro oficialmente inaugurado…. 

¡El fin de semana! 

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