¡Hola!
Hoy me he levantado así como sin ganas de nada.
Pensando en lo que me dijo aquella persona.
¿Porque me ha dicho eso?
¿Realmente yo no he estudiado para esto?
La verdad que yo misma en momentos que yo llamo PLOF
me lo he planteado.
Pero solo en momentos PLOF
¿Que puedo hacer con todas esas personas?
¡Ya lo sé!, no abrirles la puerta.
No Ana... Creo que no es la solución.
Seguiré pensando...
#lospensamientosdeAna
Hoy os traigo un post muy personal, de hecho creo que voy a abrir un poquito más las puertas de mi corazoncito y contaros de nuevo mi experiencia.
Desde que comencé mis estudios en la Licenciatura de Bellas Artes me dispuse a ser «criticada» (siempre críticas constructivas). Parece que firmé un contrato en el que me ofrecía como conejillo de indias a trabajar duro y además ser criticada. Y no sé si no leí bien el contrato, pero debía haber una cláusula donde decía que eso se alargaría el resto de mi vida.
Todos nos hemos sentido en algún momento de nuestra vida criticados por lo que hacemos. Durante mis estudios estaba expuesta a ello, pero eran profesionales los que valoraban mi trabajo y siempre era con el fin de mejorarlo la próxima vez.
Siempre he sido una persona que no se ha dejado vencer. Que igual que caía, levantaba. Recuerdo un día en clase de Fotografía.
Teníamos que hacer unas fotografías y exponerlas en clase.
Llegó el día y mi querida profesora valoró mi trabajo y esfuerzo
de "trabajo escolar".
Y recordándolo ahora.. ¡¡Era cierto!!
Pero igual que salía por la puerta de clase eché a correr...
Corría como una loca, sin saber a donde iba.
Pensaba al mismo tiempo en el plan B.
Volví a sacar las fotografías
y al día siguiente allí estaba en clase otra vez
con mis fotografías bien expuestas.
Así conseguí sentirme realizada.
Me levanté y luché.
#losrecuerdosdeAna
Desde que decidí realizar estos estudios me expuse a comentarios de todo tipo. -No tiene salidas, -no te espera un buen futuro. -Clases de manualidades. Y cuando abrí mi negocio al público todo esto continuó. Escuchaba comentarios tales como, -Es que no has conseguido trabajo y por eso abres una tienda. -Hazme esto para mañana, ¡Si no tardas nada! Y un largo etcétera.
Es una lucha constante. Yo tengo ·tres normas clave· para evitar que me hagan daño. Y conseguir el efecto: -Por un oído me entra y por otro me sale. Si has pasado por esta situación te animo a conocer mis normas clave para conseguirlo y no morir en el intento. 🙂
·Norma número 1·
No permitas que te afecte. Pero si te afecta que no sea por más de una hora. Cuando he pasado por alguna situación de este tipo siempre tenía gente a mi alrededor diciéndome: -Ana olvidaló ya, no merece la pena. Y yo siempre les decía: -Déjame una hora para estar así, cuando pase este tiempo ya lo olvido.
Sí. Daros un tiempo de «luto». De sentiros consolados. Pero una vez pase una hora, dos como mucho. Cambia el chip. No permitas que te siga afectando.
·Norma número 2·
La norma de las normas. Lo que te hará sentir al instante que no podrán contigo.
Plantea si esa persona que te ha dicho que no llegarás, que lo dejes, que aquello que estás haciendo no te lleva a ningún lado… ¿Ha llegado donde tú estás? Piensa si esa persona te habla desde la experiencia personal o si realmente es una crítica constructiva.
Muchas veces las personas criticamos situaciones que ni siquiera hemos podido vivir. Con comentarios típicos del -Yo haría esto. -Si yo fuera tú. -Creo que no eres capaz de.
Si no cumple al menos dos de los siguientes TIPS, creedme: No merecen la pena.
Esas personas que han comentado tu trabajo han conseguido una mínima parte de lo que tú has llegado hacer.
Son capaces de ver la vida desde otra perspectiva, que no sea siempre la suya, la suya y la suya.
Han tenido un negocio en algún momento de su vida.
Han conseguido hacer algo parecido a lo que tú estás intentando hacer.
Han intentado alguna vez hacer algo relacionado con tus metas.
Te hablan desde la experiencia.
Este tipo de personas son las que vendrán a decirte a ti a decirte que no eres capaz de conseguir algo que ni siquiera conocen. Normalmente hablan desde una situación de miedo, porque lo desconocen.
·Norma número 3·
Así que querido amigo mío, coge las riendas de tú vida. Afortunadamente tus sueños son tuyos, eres su dueño y solamente tú puedes ponerte tus metas o límites. Tú eres el responsable y eres quien realmente sabes que quieres hacer con tu vida y cómo vivirla.
Tenerlo como norma te ayudará a ser algo clave en tu vida. Y no olvidar que tú y solamente tú eres el dueño de tu vida.
Ponte en marcha y deja a un lado todos los comentarios que no te ayuden a seguir luchando.
¡Ya no tienes excusas para perseguir tus sueños!
Que tengáis un Feliz viernes. Con esto, declaro oficialmente inaugurado… ¡El fin de semana! ¡Hasta pronto!
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